Execrable asesinato en Huarmey
AMADOR TITO VILLENA |
PEDRO TAPIA: Hoy
yaces en tu féretro, contra tu voluntad, muerto por la mano asesina contratada por
la ruindad, la mediocridad, la ambición desmedida, el primitivismo de espíritu
y la venganza de quienes pretenden imponerse sobre la moral del pueblo
huarmeyano con las armas del asesinato, el chantaje y el terror. Está
comprobado que fuiste asesinado por acción del cicariaje, nunca antes visto en
esta provincia, cicariaje inaugurado justo en estos tiempos, luego de tantas
señales de auspicio y protección de acciones de violencia, y fuiste
muerto con alevosía, ensañamiento, premeditación y ventaja, amparados en la
nocturnidad como lo hacen los cobardes, pero más cobarde aún, el “cerebro”, el
autor intelectual, el que dio las ordenes y contrató al criminal. Cortaron tu
vida, tu realización personal y profesional y dejaron en llanto a tu
desprendida esposa, tus lindos hijos, tus padres, hermanos, familiares y a
todos los que te quieren y aprecian. Todo eso truncaron los criminales.
PEDRO TAPIA:
El
pueblo de Huarmey rechaza esta acción cobarde y se ha volcado en multitud a las
calles conduciendo tu féretro exigiendo justicia y todo el peso de la ley a la
insanía de estos criminales. Yo me aúno a este clamor, y aunque tuvimos algunas
diferencias en el aspecto político, pero al final se imponía el respeto y el
trato cordial que nos prodigábamos.
No hay
crimen perfecto, todos claman y reclaman Justicia, el pueblo, tus amigos, los
adversarios políticos, tu gremio médico de los Hospitales de Chimbote y
Huarmey, el Colegio Médico del Perú, hasta el Ministro de Salud hace poco dijo
que exigiría una exhaustiva investigación para dar con los autores de tu
macabra muerte. La maquinaria policial ya está en marcha y encontrará a los
culpables. ¡Tiemblen criminales! Todas las hipótesis y todos los indicios
deberán ser exhaustivamente investigados. El pueblo de Huarmey no se cansará de
exigir Justicia.
Cegaron
tu vida, pretendieron matarte, pero vives en la memoria colectiva, esa es la
derrota de quienes mandaron asesinarte, tu victoria es su muerte moral, Huarmey
no tiene miedo si eso pretendían, hoy un inmarcesible mar humano te llora
y se vuelca a tus exequias clamando el castigo divino y la severa e implacable
justicia de los hombres para los autores.
PEDRO
TAPIA, AMIGO
DESCANSA
EN PAZ.
CRIMEN
Y POLÍTICA
Por: Lalo Villa |
El asesinato de Pedro
Tapia en Huarmey, la levantado las mismas polvaredas de misterio e indignación
que suscitaron también las muertes de Antonio
La Torre Echeandía en Yungay y Pedro Flores Silva en Casma. Uno político y dos periodistas con parecidas
tramas que dieron lugar a sospechas que finalmente en los dos últimos casos no
se han desentrañado.
En el episodio yungaíno
si bien el ex burgomaestre Amaro León, purgó cárcel pero fue liberado por falta
de pruebas aunque sí familiares cercanos a él tuvieron que verse obligados a
pasar a la clandestinidad. El crimen quedó impune. En el caso del periodista
casmeño, pese al tiempo transcurrido hasta ahora el Ministerio Público como la
policía no ha sido capaz de llegar al fondo del asunto y quedaron como
sospechosos dos autoridades políticas a quienes ahora el pueblo los mira con
reojo y recelo.
En el caso de Huarmey
¿qué es lo que pudo ocurrir? Una primera
hipótesis fue que siendo Tapia un activo propulsor de la revocatoria para el
actual burgomaestre estuviera en su mira; sin embargo José Benítez, salió al
frente y hasta preparó un homenaje, pidiendo a la vez que se establezcan las
responsabilidades. Por allí también se tejen otras hipótesis que el crimen haya
sido urdido por quienes pretenden sacar sí o sí al alcalde Benítez, para echarle
la culpa y aceitar el proceso de revocatoria que aún marcha remolón, como en
varios lugares ¿Fue sólo el móvil de tipo político? Es la otra pregunta porque
nadie ha hurgado la vida privada del occiso.
Toca desentrañar a los expertos en criminalística.
Pero lo que sí es
clamoroso comprobar cómo es que el sistema de seguridad ciudadana no funciona
ni en Huarmey ni en ningún lugar. El
crimen se ha perpetrado a sólo cincuenta metros del local de la comisaría,
resulta insólito como es que producido el crimen no se haya capturado a
nadie. Prácticamente el asesinato se dio
en las narices de la policía. Algo muy
parecido como cuando los delincuentes “marcas” se fugaran luego de una amenaza
–ante periodistas- también a cincuenta metros de la sede de la DIRTEPOL, que
dicho sea de paso tampoco se ha aclarado hasta el momento.
En este tipo de
episodios también se pone en tela de juicio la actuación del Ministerio
Público. Llama la atención de cómo es
que la fiscal de turno haya llegado al levantamiento del cadáver pasadas casi
dos horas, como casi siempre ocurre también en otros lugares. ¿Acaso los fiscales no deben estar expeditos
para actuar ágilmente para justificar los altos sueldos que ganan? Hay tanta
madeja por desenredar. Huarmey, puede
con este hecho ser un hervidero, si las autoridades no aclaran fehacientemente
este execrable crimen.
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